La calidad del agua aportada por las fuentes de suministro de la cuenca del río Chíllar y el manantial de Maro hace que el único tratamiento necesario para garantizar la potabilidad del agua de consumo sea el de sedinfección con hipoclorito sódico. Este tratamiento se realiza en los depósitos de cabecera de Subestación, Cementerio, Maro y Castillo Alto, mediante dosificaciones automáticas de desinfectante controladas por analizadores de cloro en continuo, que permiten controlar de forma ininterrumpida los niveles de cloro libre residual a salida de depósitos e incluso trasladar alarmas a través de nuestro sistema de telecontrol.

Además, existen recloraciones, mediante adición automática de hipoclorito sódico, en los depósitos de San Juan de Capistrano y Punta Lara.